No podía empezar este blog sin las primeras palabras que escribí sobre ser mamá...
Ahí van ....
Nunca he querido ser mami…. Aunque
suene raro… Nunca…
Puede que primero
fuese por los estudios, ¿cómo iba a tener un bebé en la universidad? Luego vino
el doctorado… Más difícil todavía…. Puede que haya que añadir que es muy
importante la persona con la que compartes tu vida. Y puede, y sólo puede, que
ya viese que no eran para mí. Mientras
estaba con el doctorado empezó mi peor pesadilla… Un dolor de espalda que se
fue complicando y complicando y… acabó por instalarse en mi ser… Invadiéndome
de un inmenso dolor que se apoderó de cada fibra de mi cuerpo… Fibromialgia fue
la etiqueta.
Cuando
peor estaba apareció papá… Me salvó el alma y acunó mi cuerpo dolorido… cada
caricia, cada abrazo flojito flojito pero lleno de amor y comprensión… Juntos
pensamos que sería bonito crearte… Debo reconocer que a mí siempre me venía
mejor el mes próximo… ¿Por qué? Te preguntarás… No por falta de amor mi niño,
por falta de fuerzas más bien…
Pero
todo llega, nuestras primeras fallas juntos y papá se las pasó cogiéndome la
barriguita, imposible pensaba yo… Día 20 de marzo, prueba de embarazo: 2 rallas
meckkkk, 20 minutos después, nueva prueba de embarazo: 2 rallas más!!! Meckkkkk
meckkk Speedy Gonsáles a mi lado no era nadie. Aún me veo como una hormiguita
con el móvil en mano. Llorando, riendo, abrazando a papá… Creyendo que la yaya
me iba a reñir… jejeje Pobre ilusa… con 30 años creo que ya no me caía bronca…
Buffffff
me temblaban las piernas, sobre todo por saber cómo iba a soportar el embarazo
con mis dolores… pero voilà me distes
una tregua preciosa de 9 meses. Ni un dolor ni medio por mi enfermedad… Por
ello te daba constantemente las gracias cuando estabas en mi barriguita.
Cuando
naciste todo cambió. Parte de mi dolor fue causado por la cesárea, en nuestro
caso necesaria pero no por ello menos dolorosa. Quería empezar mi nueva vida
junto a ti pero hubo momentos complicados… Por el dolor de la herida, por la
nueva convivencia con papá, por tus lloros y suplicas que a veces no lográbamos
entender… Un nuevo ciclo para los tres…
Tener
que empezar a trabajar tan pronto me provocó la sensación de que me estaba
perdiendo esos comienzos… Pero a todo nos adaptamos y aprendí a compartir cada
segundo contigo y dedicarte cada cachito de mi ser (quizá por ello papá me
recrimina que lo tengo abandonado…).
Ya no veo otra
vida sin ti… No recuerdo como era antes…incluso debo decir que no recuerdo ni
como era mi dolor. Haces que me olvide de él….sé que está ahí en la sombra,
buscando un hueco para invadirme pero día a día levantamos un muro contra él…
He dejado de hacerle caso como antes, si quiere que nos persiga pero que no
moleste, ¿eh pequeñajo?
Reflexionando he
llegado a la conclusión de que ese dolor invadía mi cuerpo y lo más importante…
mi alma… Y tú la curas sonrisa a sonrisa.
Nunca he querido
ser mami…. Aunque suene raro… Nunca… Y ahora ser la tuya se ha convertido en mi
mayor meta…
 |
tú y yo |